De la misma forma, que elaboró cada año los dulces vinculados a las fiestas tradicionales, también hay grandes momentos para los platos salados.
El potaje, tan asociado a estos días, es un plato contundente, de los que se sirve como plato único, algo que siempre se agradece, cuando no quieres cocinar demasiado.
Y aún es mas interesante, si os digo que este plato se compone de ingredientes envasados.
Para cuatro personas, necesitamos un bote de medio kilo de garbanzos ya cocidos, la misma cantidad de un bote de espinacas también cocidas y en conserva, más un paquete de 200 gramos de bacalao desmigado.
Mientras sacáis los garbanzos y las espinacas de sus botes respectivos, podéis cocer 2 huevos duros, son 10 minutos de cocción.
Los garbanzos en conserva conviene enjuagarlos, antes de consumir. Las espinacas debemos escurrirlas y rehogarlas con un diente de ajo picado.
El bacalao marcarlo en una sartén con un par de dientes de ajo, ligeramente.
El sofrito está basado en un diente de ajo por media cebolla, y 3 tomates pera. Si no tenéis tomates naturales podéis usar un bote de 1/2 k de tomate natural enlatado. Cocer durante unos 20 minutos y triturar. Rectificar la sazón.
En el sofrito, añadid los garbanzos, y cocer unos minutos. He comprobado que los envasados siempre les falta algo de cocción. Pasado el tiempo añadid el bacalao y las espinacas reservadas, y por último el huevo picado.
Si lo hacéis de un día a otro, sabe mucho mejor.