Tampoco está de más acostumbrarnos a detalles, como tomar salsas en cuencos individuales, o las ensaladas, o los aperitivos.
Cada vez es más habitual ver medidas de este tipo al comer fuera de casa, y es que tal como avanzan los acontecimientos de la pandemia, es algo a tener muy en cuenta.
Si calentáis la mermelada, añadiendo un chorrito de un buen vinagre y dejándola reducir, podéis conseguir una salsa agridulce en un momento.
Ingredientes:
320 gr de harina
150 gr de huevos (3 huevos)
6 gr de sal
80 gr de mantequilla en pomada
350 gr de queso blanco y duro (tipo Tronchon)
Cantidad suficiente de aceite de oliva para freír.
Salsa:
1/2 cebolleta
10 gr de jengibre fresco
40 gr de miel
50 gr de vinagre balsámico
El jugo de tres naranjas y un limón
2 mangos
Sal
Procedimiento de la masa:
Tamizar la harina y sal.
Batir los huevos.
Trocear la mantequilla en pomada.
Juntar la mantequilla en pomada y la harina con sal hasta crear una arena.
Añadir los huevos y formar la masa.
Reposar la masa 1/2 hora mínimo.
Cortar el queso en barras de 1 por 10 cm.
Estirar la masa en tiras bien finas, al doble del tamaño de las barras de queso.
Enrollar las tiras de masa en la barras de queso y reposar en frío.
Freír en abundante aceite a unos 160°.
Se pueden congelar y freír directamente.
Para la salsa:
Rehogar la cebolleta y jengibre picados. Añadir la miel y caramelizar.
Añadir el jugo de los cítricos y reducir.
Añadir el balsámico y reducir de nuevo.
Añadimos el mango, reservando un trozo que picaremos en una brunoise muy fina para añadir al final.
El resto lo trituramos y colamos.
Incorporar el mango picado en la salsa preparada.