
Si la fruta es de temporada, hay que disfrutarla.
Si la fruta es de temporada, hay que disfrutarla.
La original lleva una base hojaldrada, y con manzana, aunque reconozco que la masa sucré es mi favorita de las dulces, queda fondante, crujiente y le va muy bien.
Acepta gran variedad de frutas, de forma que en esta ocasión le ha tocado al albaricoque, por estar en su mejor momento.
Os sugiero la versión de puerros porque también, es curiosa y está realmente buena.
Ingredientes:
1 kilo de albaricoques
100 gr de azúcar granulado
70 gr de agua
40 gr de mantequilla
Masa sucré:
165 gr de harina
70 gr de mantequilla
20 gr de azúcar glas
50 gr de huevo
3 gr de sal
Procedimiento para la masa:
Tamizar la harina, sal y azúcar.
Mezclar con la mantequilla en pomada y conseguir una textura arenosa.
Integrar el huevo y formar una masa.
Evitar amasar.
Reposar media hora en frío.
Para los albaricoques:
Calentar el agua y el azúcar hasta conseguir un tono dorado.
Añadir la mantequilla fuera del calor.
Colocar las mitades de los albaricoques de forma que queden ordenados.

Calentar y retirar el jugo que se vaya generando. (20 minutos aprox).

Ese jugo lo reduciremos para pincelar la tarta una vez horneada.

Estirar la masa a 1 cm de grosor. Si es necesario, meter la masa en el frío para estirarla con más facilidad.

Recortar la masa en forma redonda de 18 cm de diámetro, justo el tamaño que tiene la fuente donde están ya cocinados los albaricoques.

Colocar la masa encima de los albaricoques (fríos) y hornear a 175° durante 40 minutos aprox.

La masa debe quedar dorada.
Templar y girar con cuidado para colocar la masa en la base.
¡Buen provecho!